Céline Haidar estaba a punto de cumplir su sueño de representar a la selección del Líbano cuando resultó herida durante un ataque de Israel en el sur de Beirut. Hoy, la futbolista de 19 años sigue en cuidados intensivos, sumida en un coma.
Hace unas semanas, cuando los bombardeos israelíes aumentaron en intensidad sobre el suburbio sur de Beirut, feudo de Hezbolá, la familia de la joven se refugió en Baakline, una localidad pintoresca incrustada en la montaña.
“Pero Céline se veía obligada a bajar a Beirut por sus estudios y entrenamiento”, cuenta a AFP su padre, Abbas Haiddar, desde el hospital Saint-George en la capital libanesa.
“Cuando había avisos de evacuación y bombardeos, ella abandonaba la casa y luego volvía por la noche para dormir”, añade.
El sábado, día del accidente, su padre la había llamado para advertirle de un nuevo aviso de evacuación por parte del ejército israelí, que precede los ataques, y ella abandonó su casa.
“Después, mi mujer me llamó para decirme que Céline estaba en el hospital”, contó. La joven resultó gravemente herida por un golpe en la cabeza durante un ataque sobre su barrio de Chiyah.
Ese día el ejército israelí había bombardeado intensivamente el barrio sur, desde la mañana a la noche, centrándose al menos en diez puntos, especialmente en Chiyah.
“Hemorragia cerebral”
La joven estaba a punto de convertirse en capitana de su equipo de la primera división femenina Beirut Football Academy (BFA), que ganó el campeonato la pasada temporada.
Tendría que haberse unido a la selección nacional para sus próximas competiciones, en especial un partido contra Irán anulado en octubre debido a la guerra. Con el combinado nacional Sub-18 ganó en 2022 el campeonato WAFF, que enfrenta a varias selecciones de Asia occidental.
Un video publicado en redes sociales conmocionó a los internautas: la joven aparece en el suelo, con el rostro ensangrentado, mientras un joven arrodillado junto a ella grita de dolor.
“El ataque fue cercano (…) ella recibió un golpe en la cabeza”, relata a AFP su madre Sanaa Chahrour. “Mi hija tiene una hemorragia cerebral, el cráneo fisurado”.
Cuenta que su hija le había pedido el sábado que le preparase de comer un plato que le gustaba.
“Una hora más tarde, su amigo me llama para decirme que ha resultado herida”, relata entre lágrimas.
“Mi hija es una heroína”, asegura. “Se va a levantar y jugar de nuevo”.
“Soñaba con jugar en el extranjero, decía que quería ser como (Cristiano) Ronaldo y (Lionel) Messi (…)”, continúa su madre.
“Han matado su sueño (…) Ahora todo el mundo habla de ella porque está herida, en una guerra que no tiene nada que ver con ella”, añade.
“Luchadora sobre el terreno”
“Los médicos la siguen muy de cerca”, explica su padre a la AFP, desde el hospital: “Pero los daños son muy importantes, esperamos que se vayan resolviendo gradualmente”.
“Estamos pagando por algo que no es nuestra culpa”, lamenta mientras llora.
Israel lanzó a finales de septiembre una campaña masiva de bombardeos y una ofensiva terrestre en Líbano contra el movimiento proiraní Hezbolá.
Desde que en octubre de 2023 se iniciasen intercambios de disparos transfronterizos en el sur del Líbano, en la frontera con Israel, más de 3.540 personas han sido asesinadas, según el Ministerio de Salud libanés, la gran mayoría desde la escalada de intensidad en septiembre.
Y entre las víctimas se encuentran numerosos deportistas, según los medios. La Federación Libanesa de Fútbol ha suspendido sus partidos, con excepción de un único encuentro.
El patrón del equipo BFA, Ziad Saadé, explica a la AFP que la jugadora se encuentra en un coma artificial: “Todo el mundo debe rezar por ella, para que vuelva entre nosotros”.
“Sobre el campo, es una luchadora. El vínculo entre la defensa y el ataque”, explica su entrenador, Samer Barbari, que ha visitado el hospital con varias jugadoras para mostrar su apoyo a Céline Haidar.
“Es una chica excepcional y una excelente jugadora”, añade Barbari.
AFP