La compañía finlandesa Cinia Oy, propietaria de uno de los dos cables submarinos dañados en extrañas circunstancias en el mar Báltico, informó este viernes de que el cable C-Lion1 ya ha sido reparado y está nuevamente en funcionamiento.
Según la compañía, la rotura de este cable de fibra óptica, que conecta Finlandia y Alemania, no causó perturbaciones significativas en las telecomunicaciones del país nórdico, gracias a las rutas alternativas en el tráfico de datos y a la rápida reparación de la avería.
“Esto demuestra que la redundancia de las redes de datos de Finlandia está bien construida para las necesidades actuales. Sin embargo, las necesidades futuras crecerán, por lo que la construcción de nuevas conexiones alternativas es crítica desde una perspectiva nacional”, afirmó el consejero delegado de Cinia, Ari-Jussi Knaapila.
Las autoridades de Finlandia, Suecia y Lituania investigan la causa de los daños sufridos de forma casi simultánea por este y otro cable submarino de telecomunicaciones que conecta estos dos últimos países, sin descartar que pueda tratarse de un acto de sabotaje.
La principal hipótesis es que estos daños fueron causados por el ancla del buque carguero chino Yi Peng 3, al que los datos de tráfico marítimo sitúan en las proximidades de ambos cables en el momento en que se detectaron las roturas.
El Yi Peng 3 se encuentra anclado desde hace días en el estrecho de Kattegat, en aguas internacionales entre Dinamarca y Suecia, escoltado por varias patrulleras danesas, suecas y alemanas para evitar que siga navegando y abandone el mar Báltico.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, pidió este jueves formalmente a las autoridades chinas su colaboración para aclarar la posible implicación del carguero chino en los incidentes, a lo que Pekín respondió este viernes que está “dispuesta a colaborar para averiguar la verdad”.
EFE