En el encuentro en el que estuvieron presentes Francisco Guerrero, secretario para el fortalecimiento de la democracia de la OEA, y Gerardo de Icaza, director de la OEA, se discutió y presentó el informe titulado “La represión transnacional, el acoso político más allá de las fronteras”.
En el escrito se documentaron 50 casos de venezolanos y nicaragüenses que han sido víctimas de represión transnacional y el impacto de esa práctica en el goce y disfrute de los derechos humanos y en el debilitamiento del sistema democrático.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, mencionó los esfuerzos que han realizado para visibilizar estos casos. Valoró el trabajo de la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia en pro de las víctimas y se comprometió a estudiar con detenimiento el informe.
Una de las panelistas fue Rayza Hope, activista nicaragüense y defensora de los derechos humanos, víctima de represión transnacional, quien sufrió tres atentados en Costa Rica.
Por su parte, Ana Leca, representante de la Fundación Víctimas del Comunismo, recordó que la represión transnacional no es nada nuevo y citó ejemplos de víctimas de países como Rusia y China.
Kelvi Zambrano, director de la Coalición por los DDHH y la Democracia, fue el encargado de presentar el informe, el cual documenta tres patrones de represión transnacional: retribución letal, amenazas y vigilancia.
Zambrano señaló que pidieron a la OEA que adopte una resolución donde se reconozca la represión transnacional como una grave violación de derechos humanos y que se declare un Día de la Lucha contra la Represión Transnacional.
Dijo el activista que también exhortaron a la CIDH para que elabore un informe en el que se identifiquen patrones y solicitaron a los Estados no tomar en cuenta las alertas de Interpol en el caso de los perseguidos políticos.
Nota de prensa