Este jueves 5 de diciembre, el Gobierno panameño dijo que no recibió ninguna comunicación “oficial ni oficiosa” sobre una supuesta propuesta del presidente electo estadounidense, Donald Trump, de enviar a Panamá migrantes que no sean acogidos en sus países de origen, y de paso aclaró que no tiene “obligación” de recibirlos.
“Ante noticias publicadas en medios estadounidenses sobre la posibilidad de enviar deportados a Panamá desde EEUU, informamos que no hemos recibido ninguna comunicación oficial ni oficiosa sobre dicha propuesta”, señaló en un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores del país centroamericano.
“A la luz del derecho internacional, no tenemos obligación de recibir deportados de otras nacionalidades, que no sean la panameña”, agregó.
La nota oficial indica que no obstante Panamá desea “mantener relaciones con Estados Unidos en el marco del respeto mutuo”, pero a renglón seguido añade: “Esta Cancillería entiende claramente que nuestra misión es proteger los intereses de la República de Panamá”.
Panamá ya descartó en el 2019, la posibilidad de firmar un acuerdo para convertirse en un “tercer país seguro” para albergar migrantes que solicitaran refugio en Estados Unidos, como impulsaba entonces la primera Administración de Trump (2017-2021).
El presidente electo estadounidense prometió realizar la mayor deportación de migrantes en la historia de EEUU, una vez asuma como presidente, el 20 de enero de 2025.
De acuerdo con distintas informaciones que han circulado en medios estadounidenses, el político republicano prepara una lista de países a los que podría deportar a los migrantes cuando sus países de origen se nieguen a aceptarlos.
Además de Bahamas, que rechazó una propuesta de Trump para que acepte vuelos de deportación de migrantes, otros países citados en esa lista son Islas Turcas y Caicos, Panamá y Granada.
Mientras tanto, Panamá continúa con la deportación de migrantes desde su territorio a raíz de un acuerdo firmado con Estados Unidos el pasado 1 de julio, coincidiendo con la toma de posesión del nuevo presidente panameño, José Raúl Mulino.
Estos migrantes irregulares llegan a Panamá en su mayoría a través de la selva del Darién, que sirve de frontera natural con Colombia, y que en lo que va de año ya han cruzado 298.187 personas en su camino hacia Norteamérica, informó este jueves el Servicio Nacional de Migración (SNM).
“Esta cifra refleja una disminución de 202.143 personas comparado con el año 2023, lo que muestra un decrecimiento del 40 %, respecto del año anterior”, señaló un comunicado de la entidad migratoria de Panamá.
Panamá ha deportado estos dos últimos días a sus países de origen a 80 migrantes irregulares que han entrado por Darién, 37 de ellos ecuatorianos, seis de estos con antecedentes criminales, y 43 ciudadanos colombianos, que suman ya más de 850 los deportados de este país vecino desde el inicio de los vuelos de deportación vinculados al acuerdo con EEUU, iniciados el pasado agosto.
2023 tuvo la cifra histórica de más de 520.000 migrantes que llegaron a Panamá tras cruzar la jungla en su viaje hacia Norteamérica, principalmente Estados Unidos. Más del 20% de ellos eran menores de edad.
Los venezolanos, que son mayoría, no son alcanzados por el programa de repatriación dado que Panamá y Venezuela mantienen suspendidas las relaciones diplomáticas.
EFE