Los responsables de la reapertura de la catedral de Notre Dame, reorganizaron sus planes, y ahora, la misma se realizará solo en el interior del templo, debido a las condiciones meteorológicas desfavorables previstas.
“De común acuerdo entre la diócesis de París y la Presidencia de la República, toda la ceremonia tendrá lugar en el interior de la catedral de Notre Dame de París”, detallaron esas dos instituciones en un comunicado conjunto.
En concreto, los organizadores indicaron que los servicios meteorológicos franceses prevén rachas de viento de entre 65 y 80 kilómetros por hora.
Eso obliga a reorganizar los preparativos, que inicialmente contemplaban dos tiempos muy marcados: uno más político en el exterior, liderado por el presidente, Emmanuel Macron, y otro en el interior, más puramente religioso, con el arzobispo de París, Laurent Ulrich, como protagonista.
La lista de asistentes incluye a la primera dama estadounidense, Jill Biden, y al presidente electo, Donald Trump; los reyes de los belgas Felipe y Matilde; el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier; el ucraniano, Volodímir Zelenski; el jefe de Estado paraguayo, Santiago Peña, o el de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi.
Para comenzar la reapertura, se tenía previsto la proyección de un vídeo sobre la reconstrucción de Notre Dame, una lectura dramatizada y un acto musical, antes de dar paso al plato fuerte de los actos en el exterior: un discurso del presidente Macron para resaltar la reapertura como un momento de orgullo nacional y de unidad.
Después de esos actos, de acuerdo a la planificación original, asumiría la batuta el arzobispo Ulrich para golpear con la cruz la puerta de la catedral gótica, pronunciando un salmo tres veces antes de cruzar el umbral.
Con ese solemne momento, quedaría oficialmente reabierta Notre Dame y se podría dar paso a todos los invitados al interior.
La organización no ha transmitido cómo se desarrollará el programa al ser trasladado íntegramente al interior de la catedral.
Es la segunda vez que el clima amarga este 2024, un acontecimiento de gran envergadura, después de que la lluvia aguara completamente la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, que discurrió a lo largo del Sena y junto a la torre Eiffel.
En aquel caso, pese a todo, se mantuvo tal y como estaba planeada, y se convirtió en la primera inauguración olímpica realizada fuera de un estadio.
EFE