Hace seis años, la misión Dawn de la NASA se comunicó con la Tierra por última vez, y puso fin a su exploración de Ceres y Vesta, los dos cuerpos más grandes del cinturón de asteroides. Desde entonces, Ceres -un planeta enano rico en agua que muestra signos de actividad geológica- es el centro de intensos debates sobre su origen y evolución.
Por: TN
Ahora, un estudio liderado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), con datos de Dawn y nuevos métodos de análisis, identificó once nuevas regiones que sugieren la existencia de un depósito interno de materiales orgánicos en el planeta enano.
Los resultados, publicados en The Planetary Science Journal, aportan datos críticos sobre la existencia de vida extraterrestre en este cuerpo celeste.
En 2017, la nave espacial Dawn detectó compuestos orgánicos cerca del cráter Ernutet, en el hemisferio norte de Ceres. Este descubrimiento desató un debate en la comunidad científica sobre su procedencia. Una de las principales hipótesis proponía un origen exógeno, que sugería que estos materiales eran producto de impactos recientes de cometas o asteroides ricos en materia orgánica.
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