El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció este jueves que los servicios especiales cometieron un error importante al no ser capaces de prevenir el asesinato el martes del general Igor Kirilov, en un atentado en Moscú reivindicado por Ucrania.
“Nuestros servicios especiales no han visto venir estos golpes. Eso significa que tenemos que mejorar el trabajo. No podemos permitir que ocurran equivocaciones tan graves”, dijo Putin en su conferencia de prensa de final de año.
El general Igor Kirilov, jefe de la unidad de armas químicas, biológicas y radiológicas del ejército ruso, murió el martes en un barrio residencial de Moscú junto a su asistente, al explotar un patinete estacionado cerca de la entrada del edificio del que salían.
Kirilov es el militar de mayor rango asesinado en Rusia desde el inicio del conflicto hace casi tres años.
El servicio de seguridad ucraniano (SBU) reivindicó la explosión, en lo que calificó de “operación especial”, y tachó a Kirilov de “criminal de guerra”, porque “ordenó emplear armas químicas prohibidas contra los soldados ucranianos”.
El presunto autor del ataque fue imputado y puesto en detención el jueves tras comparecer ante un tribunal, informó el servicio de prensa de los tribunales de Moscú.
El ciudadano uzbeko, nacido en 1995, fue acusado de “actos terroristas”, “tenencia de explosivos” y “fabricación de armas”, según la misma fuente. El sospechoso se enfrenta a cadena perpetua. /AFP