En la madrugada del viernes 20 de diciembre, los pescadores del río San Domingo en Barinas, en la parroquia Santa Inés, notaron que una línea aceitosa de color negro resaltaba en las aguas, y al meter la mano para tocarla descubrieron que se trataba de restos de petróleo.
Corresponsalía lapatilla.com
Esta situación impidió que los pescadores salieran temprano a su faena en el cauce y esperaron hasta el amanecer para constatar con la luz del día si realmente eran residuos de hidrocarburos.
Los pescadores presumen que puede tratarse de una rotura en el oleoducto que pasa por la parroquia El Real, municipio Obispos, donde existen pozos petroleros, cerca del río Santo Domingo.
Tampoco descartan que se haya derramado algún recipiente con el producto. Las manchas negras han recorrido varios kilómetros hasta la altura de Santa Inés, que de no atenderse, terminará afectando la pesca en el río Santo Domingo.