Las tradiciones decembrinas en Venezuela, como pintar la casa y cenar el 24 y 31 de diciembre el plato típico navideño compuesto de hallaca, pan de jamón, pernil y ensalada de gallina, se han convertido en un lujo para la mayoría de los venezolanos, cuyo poder adquisitivo va en picada.
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Con un salario mínimo de 130 bolívares, que al cambio oficial equivale a 2,5 dólares este lunes 30 de diciembre, las personas se desempeñan en otros oficios para conseguir ingresos extras, pero no todos pueden adquirir los ingredientes necesarios para preparar la emblemática comida navideña.
Este es el caso de José Hidalgo, quien tiene 45 años y trabaja en el área de mantenimiento en un conjunto residencial en Valencia, estado Carabobo.
Comentó que recibió 20 dólares de aguinaldo en su trabajo, sumado a los 100 dólares de sueldo. Sin embargo, le fue imposible comprar todo lo necesario para el tradicional plato navideño.
“Yo tengo dos chamos de 10 y 12 años, y aunque mi esposa también trabaja vendiendo bisutería, este año no nos alcanzó ni para hacer hallacas ni para comprar lo de la ensalada de gallina, solo compré un poquito de carne molida. Mira, en los mercados baratos donde yo voy, el kilo de zanahoria cuesta 40 bolívares, el de papa en 48 bolívares, pero el 24 (de diciembre) lo estaban vendiendo en 55 bolívares. El frasco pequeño de mayonesa vale 2,5 dólares y el kilo de pechuga de pollo en 5 dólares. Yo con medio kilo puedo cocinar y rendirla, pero qué va, de verdad no me alcanzó porque en el mes uno tiene muchos gastos y todo está muy caro”, expresó.
Comentó que este fin de semana consiguió un dinero extra luego de arreglar un problema de electricidad en la vivienda de un vecino y con eso va a poder comprar un pan de jamón para la cena del martes 31 de diciembre y un pedazo de pernil.
“Yo camino por todos sitios buscando mejores precios: conseguí el pan de jamón en 5 dólares y el kilo de pernil me lo están ofreciendo en 8 dólares. Voy a comprar un poquito para que mañana la cena no nos pase por debajo de la mesa. No tendremos hallaca ni ensalada de gallina, pero gracias a Dios, de alguna manera, así sea poco, ahí vamos resolviendo, pero con estos sueldos no está fácil”, dijo.
Casa sin pintar
Marta Piña, quien reside en San Diego, señaló que este diciembre cumplió cuatro años sin poder pintar su casa.
“Intenté ahorrar para cambiarle el color al frente de la casa y a la sala, pero no le pude ganar a la inflación. Un cuñete está entre 30 y 50 dólares y bueno, no se pudo porque hay otras prioridades. Esperamos que el próximo año sea mejor para todos”, comentó.