El Athletic de Bilbao, vigente campeón de la Copa del Rey, logró su pase a los octavos de final tras superar a la Unión Deportiva Logroñés, en una sufrida tanda de penales.
El encuentro, disputado en el estadio de Las Gaunas ante 15.600 espectadores, fue un auténtico desafío para los leones, quienes enfrentaron a un aguerrido equipo de Segunda Rfef que nunca se rindió.
El partido estuvo marcado por la falta de claridad ofensiva de ambos equipos. Pese a ser los favoritos, los bilbaínos no lograron imponer su juego, mientras que el Logroñés se enfocó en defender con orden y aprovechar el mal estado del terreno de juego.
En un primer tiempo sin grandes sobresaltos, el Athletic apenas generó peligro, destacando un disparo desviado de Djaló y algunas intentonas de Berenguer.
La segunda mitad no fue muy distinta. Aunque Ernesto Valverde introdujo a los hermanos Williams buscando más dinamismo, el equipo vasco siguió encontrando dificultades para romper el bloque defensivo riojano. Guruzeta y Nico Williams tuvieron oportunidades para marcar, pero el portero local, Kike Royo, se lució con importantes intervenciones. Así, el encuentro se extendió a la prórroga.
Durante el tiempo extra, el Athletic intentó romper la igualdad, pero las acciones más claras volvieron a ser neutralizadas por Royo. Por su parte, el Logroñés resistió heroicamente, llevándose los aplausos de su afición al llegar a la “lotería” de los penales. Fue entonces cuando el guardameta del Athletic, Aguirrezabala, se convirtió en el héroe al detener dos lanzamientos clave.
Finalmente, a pesar de un fallo de Nico Williams, el Athletic se impuso por 3-4 en los penales, asegurando su continuidad en el torneo.
El Logroñés se despidió con la cabeza en alto tras una actuación memorable, mientras los leones buscarán corregir errores de cara a los octavos.
EFE