Aceptémoslo, el probar una que otra cosa vista en las películas dentro de nuestra alcoba, no significa que el sexo con la pareja sea malo. Simplemente, a veces tenemos el deseo de darle un “sabor diferente” al encuentro íntimo.
Sin embargo, como reseña Salud180, hay cosas que por nada del mundo debemos intentar, y si ya las estamos practicando es necesario renunciar a ellas ahora mismo.
Para empezar…
1. No lavarte las manos
Sí, cuando la pasión apremia es casi imposible pensar que antes de tocar “íntimamente” a la pareja debemos lavarnos las manos. Incluso, podría resultarnos poco estimulante, pero el no hacerlo puede llevarnos a contraer infecciones bacterianas en nuestros órganos sexuales.
2. Usar un lubricante de aceite con un condón de látex
Además de ocasionar que la fricción rompa el condón, el utilizar aceite de oliva o de coco puede producir en la zona íntima quemaduras o lesiones que los llevará a terminar el acto sexual con lágrimas, y no de placer precisamente.
3. Dejar caer todo tu peso sobre el otro
Está bien que lo hagas por algunos segundos, sobre todo en aquellos en que el placer nubla nuestra mente, pero, ¡ojo! Al recargar todo tu peso sobre la pareja, haces que la respiración del otro sea más difícil: es decir, lo asfixias.
4. “Jugar” con los alimentos durante en acto
Es súper sexy vendar los ojos de la pareja y darle a probar una amplia variedad de alimentos; pero no es lo mismo introducirlos a tu vagina. Este tipo de juego sexual puede tener como consecuencia una obstrucción de la vagina o una infección que te lleve directo al médico.
Recuerda, el placer que se obtenga en el encuentro sexual depende de los dos, de la confianza que se tengan y de lo que ambos deseen, en mutuo acuerdo, intentar. ¡El sexo es libertad!