Quién es Corinna Betsch, el “ángel guardián” de Michael Schumacher

Quién es Corinna Betsch, el “ángel guardián” de Michael Schumacher

 

“Compartimos los mismos valores. Durante todo el tiempo que estuve corriendo, ella era mi ángel guardián”, aseguraba el ex piloto Michael Schumacher días antes del terrible accidente que sufrió el 29 de diciembre de 2013.





Infobae

El alemán hacía referencia a Corinna Betsch, la mujer con quien se casó en agosto de 1995 y de quien nunca se separó ni protagonizó algún escándalo mediático, ni pelea seria. Hoy, la blonda de 49 años pasó de ser la esposa de Schumacher, a ser “la jefa del clan”, como detalló la revista Bunte.

La oriunda de Halver es quien administra las finanzas de una familia multimillonaria, producto del gran desempeño de su marido a lo largo de sus 19 años dentro de a Fórmula 1. Al mismo tiempo es madre de dos hijos Gina-María, de 21 años, y Mick, de 19.

Corinna, sin embargo, no ingresó al mundo del automovilismo por el “Kaiser”, sino que fue por un compañero de éste. En 1994, el alemán Heinz Harald Frentzen hacía su debut en la competencia y ella, que era una empleada de oficina, lo acompañaba a todas las carreras como su novia.

“Schumi”, que se había estrenado en la F1 tres años antes, no pudo evitarlo y, en la fiesta posterior a la carrera de Le Mans, decidió hablarle e invitarla a dar un paseo en moto. Ella se despidió de Frentzen automáticamente y se quedó con Schumacher, con quien terminó sellando su amor en agosto de 1995, en una boda histórica.

Dos años después nacía Gina-María, la primera hija de la pareja, que compartió la misma pasión por el deporte que su madre: El reining, o la doma vaquera de caballos. La adoración por este deporte para ambas mujeres de la familia es inmensa. Mientras que la menor ganó múltiples torneos como el de Cavelli a Roma en Italia, la mayor lo utiliza como un hobby para escaparse por un tiempo de la realidad que vive hoy en día.

Por el otro lado, en 1999, nació Mick que se perfiló hacia el lado del padre. Tras sus inicios en karting, hoy es piloto de la Fórmula 3 y, con el apoyo de Corinna, intentará seguir con el legado del ex hombre de Mercedes.

A lo largo de los 23 años que tienen de matrimonio, Corinna resultó ser muy importante para el ex deportista de 49 años. Dentro de esas dos décadas fueron tres los momentos cruciales en los que estuvo presente: El accidente que sufrió en el circuito de Silverstone en 1999, la muerte de su madre en 2003 y finalmente la desgracia del 2013.

“Ella no está bien. Pero trata de ser fuerte para dar su apoyo a Michael. No quiere transmitirle ningún pensamiento negativo”, relató en una oportunidad Sabine Kehm, representante y portavoz de la familia.

En diciembre se cumplirán cinco años. Un lustro en el que la figura de Betsch tomó un giro drástico. Debió hacerse cargo de todo: la familia, la fortuna económica, los negocios con patrocinadores, las cuestiones judiciales con la prensa, y sobretodo, del cuidado de su esposo.

La primera decisión determinante que tomó Corinna fue instalar un centro de rehabilitación en su casa en Suiza y trasladar a su marido allí en septiembre del 2014, después de haber pasado 159 días en coma y un corto período en una clínica de Lausanne.

Posteriormente, la prensa alemana detalló que 15 personas fueron contratadas para cuidar a Michael Schumacher, quien había sufrido un traumatismo craneoencefálico que lo dejó en estado vegetativo, del que aparentemente se ha ido recuperando algo poco a poco. Ese cuidado permanente le cuesta 165 mil dólares semanales según reveló el portal Daily Mirror, los cuales continúan hasta hoy.

Con aquella determinación, la familia lleva invertidos 30.3 millones de dólares en la salud de “Shumi”, un número que obligó a tomar otras medidas como la subasta de distintos bienes del alemán. La mujer de 49 años tuvo que realizar distintas estrategias financieras para mantenerlo con vida .

Avión privado: En 2014, el Falcon 2000 EX salió a la venta por 23,8 millones de dólares

Cabaña en Noruega: Un terreno a kilómetros de la capital, Oslo, fue vendido en 2015 a cambio de 2,5 millones de euros (casi 3 millones de dólares).

Rolls-Royce Phantom coupé: En agosto del 2016 la familia vendió el vehículo a una compañía portuguesa por 400 mil dólares.

Monoplaza histórico: En noviembre del 2017, el vehículo que piloteó Schumacher con el que el alemán ganó el Gran Premio de Mónaco en 2001 fue vendido por USD 7,5 millones.

Así como recaudó fondos de un lado, los perdió del otro, después de que saliera a la luz que tres sponsors que aportaban más de 5 millones de dólares dejaron de invertir dinero (Erlinyou, Jet Set y Navyboot). Actualmente continúa recibiendo un capital de otros patrocinadores como Rosbacher y Audemars Piguet, entre otros, quienes acordaron seguir en la órbita del “Kaiser” pero reduciendo los números del contrato.

Por último, Betsch también tiene que hacerse cargo de la parte judicial, producto del hermetismo que generó alrededor de la salud de su esposo. La insistencia de la prensa por tener noticias del piloto es tal que muchas terminan siendo falsas.

En 2015, por ejemplo, ganó un juicio contra una revista alemana que aseguraba que el heptacampeón podía caminar, mientras que el mismo año perdió otro con el semanario Die Aktuelle, el cual tituló: “Corinna Schumacher: un nuevo amor la hace feliz”, que relataba el noviazgo de su hija, pero cuyo encabezado se prestaba a confusión.

Corinna no pierde las esperanzas desde aquel 8 de julio del 2014 en el que realizó su primera aparición pública tras el accidente: “Vamos cuesta arriba, por supuesto lentamente, pero al menos avanzando”, aseguraba. Además del sostén de sus hijos, la alemana cuenta con el apoyo de miles de aficionados que bajo el lema “Keep Fighting” (Sigue luchando) quieren volver a ver al piloto delante de una cámara y vinculado al automovilismo.