El príncipe Enrique y su esposa, Meghan, visitaron el miércoles en el este de Australia a varios agricultores víctimas de la sequía que azota el país.
La pareja real británica fue recibida en el aeropuerto de Dubbo, una localidad del interior situada a unas seis horas por carretera de Sídney, por niños con banderas australianas.
Enrique y Meghan recibieron un abrazo del pequeño Luke Vincent, de cinco años, que quiso tocar el pelo y la barba pelirrojos del príncipe.
En la jornada de hoy, Enrique, de 34 años, y Meghan, de 37, quienes acaban de anunciar que esperan un bebé para la próxima primavera, tienen previsto un pícnic en familia, la visita de una escuela que acoge a jóvenes australianos indígenas y el encuentro con agricultores afectados por la sequía.
El este de Australia se ha visto golpeado por periodos de sequía extremos. En Dubbo y su región, este fenómeno ya dura desde hace años.
El duque y la duquesa de Sussex estuvieron en una explotación agrícola donde les explicaron las repercusiones de la falta de agua. También tomaron el té con una familia de agricultores y la duquesa llevó, según la prensa, un pastel de plátano hecho la víspera por ella misma.
Con esta visita, Enrique y Meghan siguen los pasos de la reina Isabel, que viajó a Dubbo en 1954 y 1992.
La pareja real empezó el lunes en Sídney una gira de 16 días en el Pacífico. El jueves viajarán a Melbourne antes de volver a Sídney. AFP