La presidenta del opositor partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), Kitty Monterrey, denunció el jueves que Nicaragua está viviendo “la peor represión de las últimas décadas”, en alusión a la crisis sociopolítica que comenzó en abril pasado y que ha causado cientos de muertos.
EFE
“Los nicaragüenses estamos viviendo bajo la peor represión de las últimas décadas, con cientos de asesinados, cientos de ciudadanos en prisión y miles en el exilio. Los derechos humanos son violados a diario”, señaló Monterrey en la apertura de un congreso de la Internacional Liberal y cuyo discurso fue divulgado en Managua por su colectivo.
Monterrey ofreció las palabras inaugurales del 62 congreso de la Internacional Liberal, que se abrió este jueves en Dakar, Senegal, y aprovechó para denunciar “a los regímenes dictatoriales de Nicaragua, Venezuela y Cuba”, con énfasis “en la grave represión que sufrimos los nicaragüenses bajo el Gobierno de Daniel Ortega”. “En América Latina la libertad se encuentra bajo constante amenaza”, lanzó la política opositora.
Sostuvo que aún persisten en la región los niveles de pobreza y exclusión social “que propician la existencia del crimen organizado, la corrupción y los proyectos políticos populistas, que una vez que toman el poder por la vía electoral socavan las frágiles instituciones democráticas”.
“Aunque la mayoría de los países latinoamericanos cuentan con gobiernos democráticos libremente electos, Cuba aún sufre un régimen comunista y el llamado Socialismo del Siglo XXI logró destruir la institucionalidad democrática en Venezuela y Nicaragua, donde hoy gobiernan dictadores que oprimen los ciudadanos y el Estado de Derecho no existe”, continuó.
Monterrey hizo un llamado a los liberales latinoamericanos a trabajar unidos para resolver, entre otros, los problemas de la actual crisis migratoria que afecta la región y “para hacerlo debemos asegurarnos de que la democracia se restaure mediante elecciones libres y justas, especialmente en Cuba, Venezuela y Nicaragua”.
Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado protestas contra el Gobierno de Ortega y un saldo de entre 325 y 545 muertos, según organismos de derechos humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 a los fallecidos.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han responsabilizado al Gobierno de “más de 300 muertos”, así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas y otros abusos contra los manifestantes y opositores.
Ortega ha negado las acusaciones y ha asegurado que se trata de un intento de “golpe de Estado”. Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario.