Con el Programa de Alimentación Escolar (PAE) no sólo se están beneficiando los estudiantes de las diferentes instituciones educativas de Lara, sino que también se le suman personas vulnerables y de la tercera edad. Dicen que el menú no es variado, pero aun así se ayudan.
Por María B. Jordán | LA PRENSA de Lara
Arroz, pasta y granos es lo que están dando a través del PAE. Las personas desde las 7 de la mañana comienzan a llevar sus viandas. En horas del mediodía ya está la cola de las personas en las instituciones esperando para retirar la comida.
La gente dice que ante la cuarentena social anunciada por el Gobierno Nacional no han podido trabajar y a veces no tienen dinero para comprar algo de alimento, por lo que consideran que aunque es poco se ayudan para solventar una de las tres comidas. Las personas se van sumando porque se riega la voz.
En el caso de la escuela Carmen Fernández de Leoni entregan la comida de lunes a viernes, dicen que ellos intentan atender el mayor número de personas según la disponibilidad que tengan, por lo que se mantienen entre 200 y 300 personas por día.
“Nosotros no tenemos discriminación con nadie, vienen personas de la comunidad, otras que son cercanas y hasta personas con alguna discapacidad”, dijo Diosdada Ollarves, cocinera de la escuela Carmen Fernández de Leoni, quien indicó que el menú que ofrecieron ayer fue pasta aliñada. Comentó que priorizan a las personas que no pueden esperar tanto tiempo.
José Rodríguez, quien se encontraba esperando por la entrega de la comida en el liceo Rafael Villavicencio dijo que ya tienen un mes retirando alimentos. “Yo no estoy trabajando, soy camionero y esta comida me ayuda”, dijo que a veces también guarda una pequeña porción del almuerzo para comer en la noche y no acostarse con el estómago vacío.
En otras instituciones educativas es la misma historia, pues la gente también hace cola en las instituciones esperando por su comida. “Lo malo es que a veces nos dan muy poquito, atienden primero a los representantes de los estudiantes”, dijo Juan Ortiz.