Las autoridades portuguesas están listas para dar luz verde a la reapertura de las discotecas del país, uno de los primeros establecimientos cerrados por la pandemia, aunque se plantea que lo hagan sin usar la pista para bailar y con obligación de cerrar a las 20:00 de la tarde.
La decisión estará sobre la mesa del Consejo de Ministros de esta tarde, en la que se espera sea aprobada, avanza el diario luso Público, que indica que las discotecas tendrán que funcionar en esta nueva normalidad como lo hacen las cafeterías del país.
Es decir, las discotecas podrán usar el espacio exterior del que dispongan como una suerte de terraza y también, si la tienen, podrán poner mesas en la pista de baile, inutilizadas para su uso normal por la necesidad de mantener la distancia social.
Estos locales, además, solo podrán servir algunos aperitivos ligeros, como sandwiches, y, apunta Público, tendrán que cerrar a las 20.00.
Las discotecas son los últimos establecimientos que faltan por abrir con reglas especiales en Portugal, donde se decretó su cierre al inicio de la pandemia, a mediados de marzo.
Su posible reapertura es uno de los temas más importantes a debatir hoy por el consejo de ministros, que también se dispone a retirar el “deber general de recogimiento” en casa impuesto desde el 1 de julio en las 19 áreas de la región de Lisboa más afectadas por el Covid-19.
El “deber de recogimiento domiciliario” implicaba que los ciudadanos sólo debían salir de casa para realizar actividades esenciales como trabajar o comprar alimentos y medicinas.
Previsiblemente estas zonas, que son parroquias civiles -órgano administrativo un escalón por debajo del Ayuntamiento- pasarán a un nivel inferior de alerta, el “estado de contingencia”, que está en vigor en el resto de la región de la capital.
En esta región se mantendrán las restricciones horarias actuales -la generalidad de los establecimientos debe cerrar a las 20.00 horas, los supermercados a las 22.00 horas y se prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública-, así como la limitación de concentraciones a un máximo de 10 personas.
Mientras, el resto de país se encuentra en estado de alerta -el más bajo- sólo con medidas de protección y distancia social que no afectan sustancialmente al día a día de los ciudadanos.
EFE