Iker Casillas es el protagonista esta semana de la serie de entrevistas que Vicente del Bosque está realizando para el diario El País. En su charla, el exseleccionador y el excapitán de la Selección española conversan sobre el ambiente en la Roja, el paso de ambos por el Madrid y la relación del portero con el entrenador a raíz de sus suplencias.
Casillas comenta sin tapujos, a pregunta de Del Bosque, cómo le sentó su suplencia, en favor de De Gea, en la Eurocopa de 2016: “Fue duro. Recuerdo hablar con usted, con Miñano, con Toni Grande. No sé si estaré equivocado, y siempre se lo he dicho con cariño, pero a veces hay que coger al jugador y hablar con él”, explica.
Y reflexiona sobre cómo actuó en su momento, tanto con la suplencia en España como cuando se fue del Real Madrid: “Los futbolistas cuando estamos jugando somos egoístas. Siempre miramos por nosotros. Es un deporte colectivo pero miras lo individual. Si miro hacia atrás, pienso que no tendría que haber actuado igual cuando salí del Real Madrid o el día de la selección y haber aceptado más el rol, el papel del veterano“.
Los Clásicos de Mourinho y Cataluña vs Madrid
“En medio de tu carrera sufres una situación delicada con una facción del madridismo, impulsada o alentada por el entrenador [Mourinho]. Era muy doloroso para cualquier madridista que un chaval como tú salido de la cantera fuera criticado por una parte del madridismo, no toda, por supuesto. Para mí fue tan increíble como doloroso”, cuestionó Del Bosque, a lo que el guardameta contestó.
“Fue una parte mínima del madridismo más joven y voraz. No lo entendía. En lugar de pensar que el resto me aplaudía y estaba orgulloso de mí… Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que toda esa gente que me criticaba lo puede seguir haciendo, pero hay otra que te sigue idolatrando y me quiere más todavía por todo lo que ha pasado. Si miro atrás no tengo por qué pedir perdón. Está olvidado. Después de lo que me pasó hace año y medio lo veo como una anécdota“, explicó.
Casillas y Del Bosque también recuerdan el carrusel de Clásicos de diferentes competiciones que tuvo lugar en 2011, con Mourinho en el banquillo del Real Madrid. Había cierto ambiente tenso que, que incluso, se trasladó a la Selección.
Una situación que el entrenador califica de “engorro” y que Casillas explica así: “Esos cuatro partidos marcaron el fútbol español y todo lo que nos rodeaba. Llegó a tener una magnitud política. Si ganaba el Barcelona era como si Cataluña estuviera por encima de Madrid”, comenta.
Del Bosque le puntualiza que él no recuerda que se hablara mucho de política en la concentración de España, pero el portero le contradice: “Eso porque no se juntaba con Gerard [Piqué] por las noches. Si no… Nos volvía locos“.
Y recuerda el exmadridista que se deterioró la relación entre los jugadores del equipo blanco y los del Barcelona: “El ambiente ya no era el mismo. De hecho, nosotros no estábamos bien. Nuestra relación con Xavi, con Puyol… Entre los jugadores del Real Madrid y el Barça no teníamos la misma afinidad que teníamos antes. La recuperamos casi pasados ocho meses, casi un año después“.
“Puyol, con quien me llevo fenomenal, me lo decía. Llegó a decirme que hubo un momento en el que le daban ganas de levantarse y darme dos leches. Y yo decía, ya está, ya lo sé…“, añade Casillas, sobre los días en los que la tensión de los Clásicos se trasladó a la Selección a las puertas de la Eurocopa de 2012 que, finalmente, terminó ganando España.