Un hombre arrestado en la noche del sábado en Brasilia acusado de haber intentado detonar un explosivo en la capital de Brasil y al que se le incautó un arsenal admitió integrar los grupos de “bolsonaristas” que defienden un golpe militar para impedir la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva.
El detenido dijo que participa del grupo de seguidores del presidente Jair Bolsonaro que está acampado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia para pedirle a los militares un golpe de Estado y que su intención era promover un “caos” antes del regreso del líder progresista al poder el próximo 1 de enero, informó este domingo la Policía Civil del Distrito Federal.
La desactivación el sábado de un artefacto explosivo que había sido colocado dentro de un camión cisterna de transporte de combustibles y el hallazgo del arsenal en la casa del acusado de armar la bomba ocurrieron a solo ocho días de la investidura de Lula como jefe de Estado de Brasil y generaron temores sobre posibles actos violentos durante la toma de posesión.
Poco después de desactivar el artefacto explosivo que al parecer sería detonado en un lugar próximo al aeropuerto de Brasilia, la Policía identificó y detuvo en la noche del sábado al supuesto responsable por su instalación, en cuya residencia fueron encontradas varias armas.
En la vivienda fueron hallados dos escopetas, un fusil, dos revólveres, tres pistolas, centenas de municiones, uniformes camuflados y cinco emulsiones explosivas usadas en minería y similares a la que equipaba el artefacto que fue desactivado.
De acuerdo con la Policía Civil, el hombre detenido es un empresario de 54 años residente en el estado amazónico de Pará y que viajó a Brasilia para participar en las manifestaciones de los grupos seguidores del líder ultraderechista que desconocen la victoria de Lula en las elecciones presidenciales de octubre.
En su interrogatorio inicial, el acusado afirmó que pretendía hacer explotar el artefacto en el aeropuerto para generar caos.
Pese a que la Policía de Brasilia inicialmente no citó ninguna amenaza ni sospechas de un posible atentado el 1 de enero, cuando Lula asumirá su tercer mandato como presidente de Brasil, el hecho fue comunicado al equipo de transición del líder progresista, que ya ha manifestado sus temores por la seguridad durante la investidura.
El designado ministro de Justicia de Lula, Flávio Dino, felicitó a la Policía por el éxito de la operación y por el arresto del supuesto responsable por el artefacto explosivo, y dijo que el equipo de transición viene siendo informado del resultado de las investigaciones.
De acuerdo con un mensaje que Dino publicó en sus redes sociales, las fotos del arsenal presentadas por la Policía “muestran el terrible efecto del extremismo en Brasil”.
Pese a que las manifestaciones de los grupos que desconocen la derrota de Bolsonaro en las elecciones han sido pacíficas, a mediados de mes un grupo más exaltado se dirigió hacia el centro de Brasilia, atacó la sede de la Policía Federal y depredó e incendió algunos automóviles.
Durante la investidura, como es tradición en Brasil, el presidente desfilará en un vehículo abierto por las principales calles de Brasilia para ser saludado por la población.
Al acto de posesión del líder y fundador del Partido de los Trabajadores han confirmado asistencia al menos 17 jefes de Estado o de Gobierno, entre los cuales el rey de España y los presidentes de Alemania, Portugal, Argentina y Uruguay.
Igualmente son esperadas unas 300.000 personas para participar en el festival musical organizado para que la población salude a Lula y en el que ofrecerán conciertos 30 cantantes y grupos musicales.
EFE