Ya han pasado cuatro meses desde que la Casa Real británica anunció que Carlos III padecía cáncer. Desde entonces, el monarca se encuentra en tratamiento y ha tenido que reducir considerablemente su agenda para centrarse en su recuperación. Además, con motivo de las elecciones generales en Reino Unido, la Corona avisó de que se suspenderían algunos actos oficiales programados para no “desviar la atención o distraer el foco de la campaña electoral. Sus Majestades envían sus más sinceras disculpas a cualquiera que pueda verse afectado por ello”.
Por larazon.es
Sin embargo, el Rey Carlos III y la Reina Camilla han visitado esta martes Edimburgo, como parte de una tradición que se viene repitiendo cada año para empaparse de la cultura y costumbres escocesas. Los monarcas suelen pasar cerca de una semana en la tierra norteña, y ni la enfermedad del soberano ni la convocatoria de elecciones han impedido que ahora sea diferente, aunque su estancia se verá algo reducida.
Serán dos jornadas de celebración que comenzaron ayer con la tradicional Ceremonia de las Llaves en el Palacio de Holyroodhouse, la residencia oficial de Carlos III en Edimburgo. Después tuvo lugar un desfile militar que dio paso a una fiesta en los jardines del recinto, donde se congregaron cerca de 8.000 invitados. El monarca lució la mejor de sus sonrisas y demostró que se encontraba en plena forma, divirtiéndose y charlando animadamente con todos los asistentes. De hecho, su intención era “quedarse más tarde de lo previsto para reunirse con la mayor cantidad de gente posible“, tal y como recoge “Vanitatis” de la corresponsal Rebecca English.
Un ánimo y júbilo que dan buena cuenta de que Carlos III parece encontrarse en un buen punto de su recuperación. Aunque todavía queda camino por recorrer, las ganas de fiesta y de pasar tiempo junto a tantos invitados siempre se traducen como una buena señal de que el Rey va en la dirección indicada.
Mientras, las incógnitas sobre Kate Middleton no paran de crecer. La última vez que la princesa de Gales participó en un acto público fue en el desfile pasado de Trooping the Colour, y son muchos los que esperan verla de nuevo en el torneo de tenis de Wimbledon, que arrancó este lunes 1 de julio y se extenderá hasta el 14. La tradición manda que sea ella, en calidad de mecenas del All England Lawn Tennis & Croquet Club (AELTC) de Wimbledon, quien entregue la copa al vencedor el día de la final, pero teniendo en cuenta que se encuentra en pleno tratamiento contra el cáncer, su ausencia es más que probable.